Carmen camina en la noche - Freddy Amaya Barrientos


CARMEN CAMINA EN LA NOCHE

     A pesar del frío de la noche, Carmen Gonzales espera junto a una puerta de una casa de dos pisos que se alza a pocas cuadras del Mercado Rojo. En otro tiempo, la casa había tenido una fachada atractiva y limpia, rematada con un letrero luminoso que brillaba por las noches, pero ahora solo quedan las paredes recubiertas de un moho que despide un olor de humedad. La puerta de madera carcomida produce un sonido chirriante cuando algún visitante la abre y es necesario levantar con las manos el borde de la puerta porque el desnivel del piso entorpece el paso. Al cruzar esta puerta, hay un pasillo estrecho y mal iluminado que conduce a una escalera de peldaños malgastados que lleva al segundo piso. Allí espera un hombre en un reducido cubículo que tiene una ventanita a la altura del pecho y que apenas permite observar sus manos cuando cobra el dinero del ingreso.
     Carmen repasa la calle Las Hondas con pasos lentos. Una ligera llovizna cae imperceptible en la noche. Los transeúntes que caminan a esta hora por el Mercado Rojo la observan con curiosidad. Ella mira a un lado y a otro, se detiene, mira su reloj y observa a las vendedoras que cierran las puertas metálicas de los negocios. La calle Las Hondas va poblándose de silencio. Lleva una cartera que cuelga de su mano y de la cual extrae de vez en cuando una polvera que tiene un espejito minúsculo. Se observa el rostro. Ve a una negra de ojos cansados y ojeras profundas, consecuencias predecibles de las incontables noches de su «oficio en las calles». Su cuerpo delgado todavía mantiene la dureza de sus piernas, la fogosidad inacabable de su vientre y el esplendor de su trasero. Usa un vestido escotado muy suelto que permite apreciar la flacidez de los músculos, las arrugas del cuello y la redondez de sus formas, pero cuyos senos pequeños habían caído sin remedio después de alimentar a tres niños. Arregla al vuelo sus greñas desteñidas y esconde un bostezo de aburrimiento. Abre su cartera, extrae un Pall Mall y lo enciende con parsimonia. Suelta una bocanada y el humo que exhala se pierde en la noche.

(Fragmento)

Freddy Amaya Barrientos
(Callao)


FREDDY AMAYA BARRIENTOS (Callao) Es licenciado en Lengua y Literatura por la Universidad Inca Garcilaso de la Vega y tiene un diplomado en Literatura Latinoamericana por la Universidad Nacional Federico Villarreal. Actualmente es profesor de Literatura.

*Relato incluido en '¿Quiénes abren las puertas? Once relatos de ficción' (Edit. Poetas y Violetas, 2018). El autor tiene un relato en este libro compilatorio de varias voces. Más info del libro aquí. La obra la encuentras en librería en este enlace o con la editorial escribiendo a poetasyvioletas@gmail.com

Para leer más relatos del libro aquí.


________________________

Participa de nuestra 3ra convocatoria de relatos. (Fecha límite:30/11/18) Lee las bases aquí.
https://poetas-y-violetas.blogspot.com/2018/07/3ra-convocatoria-para-publicar-en-libro.html

Mira nuestras otras convocatorias aquí.

Visita nuestro catálogo de libros aquí.

Y si quieres publicar tu libro con la editorial, escríbenos al correo poetasyvioletas@gmail.com

Síguenos en Twitter: @PoetasYVioletas
En Instagram: @editorialpoetasyvioletas 

Comentarios