Agente del tiempo - Salvador Briceño Lopez


AGENTE DEL TIEMPO

     Dentro del taxi, dio la dirección al conductor sin mirarlo siquiera y revisó por última vez sus papeles, quién era el paciente de quien se debía encargar. Al llegar al lugar, fue grande su sorpresa, no era lo que esperaba. Bajó del taxi y le pagó al chofer a través de la ventana del copiloto; antes de retirarse, el taxista repitió las palabras que aquel bosque le había lanzado: «Cumple con tu trabajo. ¡Apura!».
     Entró a lo que era un hospital, y al perderse entre el tumulto de gente que entraba y salía se puso un reloj que avanzaba en reversa. Este siempre lo usaba para trabajar, era indispensable para esto.
     Subió las escaleras, buscó la habitación y entró. El paciente estaba echado, conectado a un respirador artificial que a duras penas andaba. Una mujer que estaba sentada al lado de la cama del paciente lo miraba a este con los ojos aguados, tomaba de sus manos y las besaba una y otra vez. El hombre que tenía que realizar su trabajo se acercó sigilosamente al paciente, pero la mujer sentada le gritó: «¡Detente!». Perplejo, el hombre miró su reloj asustado, pero este andaba bien, de la manera correctamente inversa. No ocultaba su sorpresa ante la mujer.

(Fragmento)


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SALVADOR BRICEÑO LOPEZ (Lima, 1998) Estudia la carrera de Derecho. Ha participado con sus relatos en los libros Amor, horror y otros placeres narrativos (2016), Atmósfera sombría (2017), con esta editorial, y Literal (2018) 

Esta narración se encuentra en el libro ¿Quiénes abren las puertas? Once relatos de ficción (VV.AA.; Edit. Poetas y Violetas, 2018). El autor participa en el libro con este relato y con "Amor sin identidad".

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